LA CAMPAÑA CHAU MOSQUITO SE HIZO PRESENTE EN COLOMBIA

La campaña Chau Mosquito hizo pie en La Guajira, Colombia, para capacitar y compartir conocimientos a partir de la articulación con la CORPORACIÓN JUEGO Y NIÑEZ, organización que nuclea ludotecas en distintos puntos de ese país y que tiene como pilares el ejercicio de juego como derecho y como lenguaje. Actualmente sus integrantes llevan adelante el programa PAMA (Prácticas amigables con el medio ambiente) que trabaja distintas problemáticas, entre ellas la prevención del dengue.

La corporación lleva 22 años en Colombia instalando el derecho al juego desde las ludotecas y tal como lo explica su integrante Naya Medina, profesional experta en metodologías lúdicas, “el juego es el escenario desde donde se está trabajando la Campaña Chau Mosquito, ya que genera procesos de sociabilización y de creación, y es una metodología que realmente tiene mucha potencia”.

La Guajira es un lugar donde el escenario natural y la riqueza cultural deslumbran, por ejemplo por la presencia de comunidades como la Wayuu. Sin embargo esto hace contraste con una grave problemática: la escasez de agua. Naya explica que las pocas veces que hay agua en la zona la gente la acumula en botes. De ahí que el dengue esté tan presente en la zona, debido a que existen muchos lugares en donde se acumula el agua y hay malas prácticas en ese proceso. Además, otro desafío de esta región es la conectividad, ya que hay comunidades rurales que directamente no tienen acceso a la electricidad.

“A partir de la capacitación Chau Mosquito nosotros entendimos cómo se mueve el mosquito, cómo es su proceso de reproducción, cómo prevenir el dengue”, cuenta Naya. “Los capacitadores nos mostraron la experiencia que tienen en todos los territorios y han sido capaces de movilizar la creatividad, de generar cosas a nivel digital”. A partir de la capacitación y desde los recursos compartidos se generaron distintas estrategias en la Guajira: compartir una guía física impresa, formación presencial y virtual en la prevención, y talleres que se brindan en los hogares y a grupos de adultos y niños que van a las ludotecas.

La formación incluye juegos que afianzan los conocimientos y que sorprenden a las familias; por ejemplo, la invitación a reproducir al mosquito Aedes Aegypti en plastilina con todos los detalles que lo representan, lo que lleva luego a generar una memoria del vector y ayuda a su rápido reconocimiento. Así se afianza el conocimiento en la medida en que se desarrolla el taller, a través del aporte amoroso que entrelaza a niños y adultos que aprenden a prevenir el dengue a través del juego.